Tengo miedo. Miedo de no superarme a mi mismo. Miedo de no llegar a ser lo que quiero. Miedo de no cumplir... miedo del miedo que tengo.
Tras comprender que el cielo es solo cielo y el suelo esta a mis pies, que ni puedo volar, ni saltar tan alto como quisiera querer, me desvanezco entre los sentimientos que ni saque ni encerré, los que deje vagar. Con los ojos cerrados solo veo un precipicio de ilusiones que caen desbordadas. Con los ojos abiertos el precipicio es real, y no aguarda mi caída, sino que me implora por ella. ¿Salto y lo olvido todo? No creo poder. Para saltar primero tendré que olvidar...
¿Por que solo se expresarme escribiendo sin ser para nadie?...
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