Insurgencia de la piel
blanca, blanda, dolida
por querer y no poder
hacer lo que siempre hace.
Por obviar el desinterés
sufrió la noche de las almas vanas
de las carcasas llenas
de aire hueco.
Y harto de necesitar fuego, el aire llamó al trueno, buscando el anarquismo de su interior descubrió el orden de la razón y la razón le fue negada. El aire ardió. Y muerto de felicidad resucitó. Anastasia se llamó... y su nombre se borró.
Quien quiera llorar, que llore de felicidad~
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