martes, 3 de septiembre de 2013

صرخة

Por mucho que la locura me abrace con fuerza, la cruel realidad me atrae como un imán a la verdad. Loco no era ciego, pero veía lo que quería ver.


Grito
al cielo grito
con el alma en el puño
y el puño cerrado con cerrojo
cerrojo de emociones latentes y amargas
cerrojo que constantemente aprieta con la fuerza
de aquel que sabe que no tiene nada que perder, pero si
mucho que ganar, con la fuerza de aquel que lo sabe todo o mas,
pero no le basta, nunca le bastara, porque es, aquella fuerza, la de aquel
que por mucho que tenga, aunque lo tenga todo, nunca se saciara, ya es imposible


nunca lo que él quiere tendrá.
Lo perdió por intentar ganar.


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