domingo, 29 de septiembre de 2013

An.

Y raíces de aire me anegan el pecho, lo inundan con sus profundos sentimientos.
Y escucho las letras danzar. Caer. Y salpicar. Me narran historias que acabo de contar, historias que ni han ocurrido ni ocurrirán.
Mientras, mi pecho sigue inundándose de sentimientos ajenos.

Y me conquistan
me alegran
me dan vida
me... enamoran
y cuando casi son míos




deja de llover.
                   
               
          
      
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