Y raíces de aire me anegan el pecho, lo inundan con sus profundos sentimientos.
Y escucho las letras danzar. Caer. Y salpicar. Me narran historias que acabo de contar, historias que ni han ocurrido ni ocurrirán.
Mientras, mi pecho sigue inundándose de sentimientos ajenos.
Y me conquistan
me alegran
me dan vida
me... enamoran
y cuando casi son míos
deja de llover.
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